lunes, 5 de octubre de 2009

LA HORA DEL POLIMODAL

Boletín de AIEPBA. Año VIII - Nº 73. . Buenos Aires. Septiembre de 1998.

La comunidad educativa pasa por un momento de grandes decisiones debido a los cambios que se avecinan en el nivel medio. La Lic. Cristina Masip analiza el rol que le corresponde a la escuela, asistiendo y acompañando a los padres.

En estos tiempos de grandes transformaciones en el sistema educativo, -hoy llega al nivel medio/polimodal- los directivos, los docentes, los representantes legales, los asesores, los secretarios- todos en las escuelas, sentimos que estamos parados sobre alfileres.
Cuando los colegas nos encontramos en reuniones fuera de la escuela, no hacemos más que preguntarnos sobre las últimas novedades en materia de disposiciones. Eso se debe a que QUEREMOS TRABAJAR CON SERIEDAD SOBRE BASES SEGURAS.
Pero...¿Nos detuvimos a pensar en las sensaciones de los integrantes de las familias; de los padres en especial?... en sus inquietudes?... en sus interrogantes?...
Si nosotros, los “informados”, sentimos cosquillas cada vez que hablamos de Polimodal ...¿Cuál es la situación de los padres?... Y lo más importante... ¿Qué podemos hacer desde la escuela?

Relación familia - escuela.
La familia es el primer agente educativo.
Desde el nacimiento de la humanidad, las generaciones jóvenes recibieron de sus padres o sustitutos los valores y las herramientas para integrarse a la comunidad a la que pertenecían.
A medida que los conocimientos se fueron multiplicando, con los avances científicos y técnicos que se iban produciendo, las relaciones humanas se complejizaron y la sociedad necesitó personas cada vez más capacitadas; en este panorama, las familias necesitaron la ayuda de profesionales para formar a los jóvenes de acuerdo con el ritmo de los tiempos y las exigencias de la sociedad.
Así nació la escuela: para auxiliar a los padres en la formación de sus hijos.
La escuela cumple, de esta manera con la función que le fue dada en sus orígenes, y que, en la época actual, se ve sobredimensiona por el contexto económico, social y cultural en la que está inserta. El análisis de esta complejidad -conocida por todos en la sociedad, y sobre todo por los que desempeñamos funciones en el sistema educativo- excedería el propósito de este artículo. Baste con señalar a estos fines que la escuela -el docente- recibe el mandato de su función, de la sociedad -en general- y de los padres -en particular-, quienes confían a los niños y adolescentes para una completa formación, en manos de los profesionales.
Esta es una razón fundamental para que escuela y familia mantengan un permanente diálogo. Todos involucrados en un proceso con el mismo objetivo: conocer. Unos para conocer y diagnosticar; otros para informarse y colaborar en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El proceso comunicacional
La comunicación es un proceso que conlleva múltiples facetas; su análisis da la posibilidad de que se produzca sin interferencias: Los “ruidos” que acontecen y se entrecruzan con los mensajes, deben evitarse. Es el docente, quien, como profesional de la educación, debe conocer la dinámica del proceso comunicacional a fin de ser un agente que posibilite una relación familia-escuela, en la cual el diálogo sin obstáculos, esté siempre presente.
...Contextualicemos estas afirmaciones a nuestra problemática...
¿Cuáles son los mensajes que circulan entre los padres respecto del Polimodal?
... Que “en ‘la capital’ todo sigue igual y no va a haber cambios”...
... Que “no sabemos que pasa con el industrial”...
... Que “van a tener una formación más general”...
... Que “no les va a ‘servir’ para entrar en la universidad”...
... Que “si eligen mal la modalidad no van a poder realizar pasajes a otras”...
La lista podría completarse mucho más...
Y nosotros, los docentes y asesores, a veces nos sorprendemos ante preguntas que nos parecen obvias o hasta de sentido común. “¿Cómo pueden preguntar eso?”... Es que a esta altura de los acontecimientos, los “ruidos” en la comunicación interfieren los mensajes, provocan ansiedad, angustia, incertidumbre, y lo que es peor, minan el sentido común de todos.
Por eso, nosotros los profesionales de la educación, estamos obligados, por el mandato dado, a contener, asistir, acompañar a los padres en este proceso, en el cual deben decidir, nada más y nada menos, que el futuro de sus hijos.

¿Cómo?
La respuesta lógica es: comunicándonos
... Pero entendiendo que comunicarse en este encuadre, no significa “charlar” en la puerta de la escuela o en los pasillos, o en el acto de...
Significa ENCONTRARNOS en situaciones planificadas. Padres y docentes.
Pero, ¿Saben?, en mi experiencia en asesoría observé que aquellas cosas que parecen obvias -obvias por repetidas en los medios, explicadas por funcionarios en lenguaje técnico- no son tan conocidas, y que algunas veces, la información que se posee no es exacta.
Por lo cual, en la relación escuela-familia, empecemos “por el principio”, para que aquellos mensajes distorsionados dejen de obstaculizar el vínculo.
A esta altura de los acontecimientos suponemos que todos conocen la estrucstura del sistema educativo que se propone a partir de la reforma, y los objetivos de cada nivel. Pero... ¿Está tan claro?... Entonces, por ejemplo... ¿Por qué sigue en el imaginario de la comunidad que en el jardin de infantes “ahora aprenden a leer y escribir”?...
Por acá es por donde debemos empezar
... Realizando conceptualizaciones claras: Eliminando “ruidos”
Y lo mejor, a mi criterio es dedicar un encuentro para revisar la estructura total del sistema educativo, analizando objetivos, funciones, contenidos, dando la informacion correcta, explicando conceptos que son nuevos para algunos y con los cuales los docentes ya nos hemos familiarizado -competencias, expectativas de logro, modalidades, trayectos, estructura areal, estructura modular, FGF, FO, CBC, CBO, CD, TTP, etc.-
Puntualizando “hasta donde sabemos”; brindando toda la información posible a medida que se avance en el proyecto de la escuela; con reglas claras de juego en un lenguaje desprovisto de tecnicismos; siendo sinceros en el mensaje para que la confianza y la seguridad se instalen en la comunidad educativa. Confianza que se dará cuando la comunidad perciba un fuerte compromiso de la institución en brindar informacion fidedigna y actualizada y sienta que es asistida y acompañada en las decisiones.
Para lo cual se debe pensar en un programa que, entre otros proyectos, involucre diversas acciones de comunicación periódica: boletines, folletos, comunicados, encuentros...
Y fundamentalmente, abocarse a un trabajo que permita ofrecer, a partir de la normativa jurisdiccional, un proyecto educativo de calidad que no sólo sea innovador, sino pensado desde las necesidades comunitarias, a fin de desarrollar en los adolescentes las competencias deseadas en los objetivos que se propone el nivel Polimodal: Fomación ética y ciudadana, preparación para la vida productiva, formación propedéutica.
Los docentes estamos ansiosos.
Los padres, mucho más.
Estrechemos los vínculos para que nuestros jóvenes se sientan seguros y cuidados con adultos responsables que emiten mensajes coherentes, en los medios, en la casa, en la escuela.

Lic. Cristina Hemilse Masip
Prof. Normal y Especial en Ciencias de la Educación.
Asesora pedagógica institucional
E-mail: licmasip@hotmail.com

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